Cajamarca, Apurímac y Arequipa concentran el 57.9% de los US$ 37,085 millones proyectados para el sector Minería 2025

Fuente: MINEM

El más reciente informe del Ministerio de Energía y Minas (MINEM) revela que estas tres regiones concentran el 57.9% de los US$ 37,085 millones proyectados para el sector.

Un panorama promisorio para el desarrollo regional se desprende de la recién publicada Cartera de Proyectos de Inversión Minera 2025 del Ministerio de Energía y Minas (MINEM). El informe destaca que Cajamarca, Apurímac y Arequipa se consolidan como los principales polos de atracción de capitales en el sector minero a nivel nacional, acaparando en conjunto el 57.9% de la inversión total proyectada, que asciende a un robusto monto de US$ 37,085 millones.

Cajamarca se posiciona a la vanguardia con una inversión que alcanza los US$ 16,714 millones, representando el 26.1% del total de la cartera. Esta cifra se distribuye en ocho proyectos estratégicos, entre los que sobresale la Reposición Tantahuatay, con una inyección de capital de US$ 127 millones y cuyo inicio de operaciones se estima para el presente año.

Apurímac le sigue de cerca, ostentando una inversión agregada de US$ 11,888 millones, distribuida en siete iniciativas que equivalen al 18.6% de la inversión global. Entre sus proyectos más emblemáticos figuran Hierro Apurímac (US$ 2,900 millones), Los Chancas (US$ 2,600 millones) y Haquira (US$ 1,860 millones), evidenciando el dinamismo del sector en la región.

Arequipa completa el podio con una inversión de US$ 8,483 millones, lo que se traduce en el 13.2% del total en cartera, repartidos en seis proyectos clave. Destaca en este contexto Pampa de Pongo, con una inversión significativa de US$ 1,781 millones y un horizonte de construcción que se proyecta desde este año hasta el 2033.

En un segundo bloque de inversión, Moquegua (seis proyectos) y Áncash (siete proyectos) acumulan inversiones por US$ 4,364 millones y US$ 3,596 millones respectivamente, representando en conjunto el 12.4% de la inversión global. El proyecto San Gabriel en Moquegua, cuya construcción se inició en 2022 con una inversión de US$ 650 millones, resalta como un motor de desarrollo regional. En Áncash, la Reposición Antamina se erige como el proyecto más representativo, con una inversión de US$ 1,604 millones.

Cusco (tres proyectos) y Piura (dos proyectos) también contribuyen de manera importante a la cartera de inversión, con montos de US$ 3,290 millones y US$ 3,242 millones respectivamente. Estas regiones agrupan el 10.2% de la inversión total en cartera, distribuidos en cinco proyectos estratégicos.

Finalmente, un grupo de departamentos con una participación inferior al 5.0% de la inversión total, conformado por Lambayeque (US$ 2,160 millones), Ayacucho (US$ 1,830 millones), La Libertad (US$ 1,581 millones) e Ica (US$ 1,400 millones), representan en su conjunto el 10.9% de la inversión total de la cartera. Proyectos como Reposición Inmaculada (US$ 1,319 millones) en Ayacucho, La Arena II (US$ 1,346 millones) en La Libertad y Ampliación Shougang (US$ 900 millones) en Ica son los más significativos en estas regiones.

La Cartera de Proyectos de Inversión Minera 2025 subraya el rol fundamental del sector minero como motor de crecimiento económico y desarrollo regional en el Perú, con una concentración significativa de capitales en las regiones de Cajamarca, Apurímac y Arequipa.

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    INEI: Minería e hidrocarburos lideran el crecimiento de marzo

    Fuente: Diario Gestión

    Los datos preliminares del INEI señalan que la producción conjunta de Minería e Hidrocarburos habría experimentado un significativo crecimiento del 7.04% en marzo, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este notable avance contrasta con el modesto incremento de 1.44% observado en enero y la contracción de -1.31% en febrero, marcando así un punto de inflexión para estos pilares de la economía nacional.

    En sintonía con este dinamismo, el sector de la Electricidad también exhibió una recuperación sustancial. Tras una caída del 1.30% en febrero, la producción eléctrica habría repuntado con un sólido crecimiento del 5.58% en marzo, mostrando una tendencia similar a la de Minería e Hidrocarburos en lo que va del año.

    Por otro lado, el sector Pesca continúa su trayectoria ascendente con un impresionante crecimiento del 29.12% en marzo. Este robusto desempeño consolida un avance de dos dígitos en lo que va del 2025, manteniendo un ritmo similar al registrado en enero (23.51%) y febrero (24.64%). Este impulso se da en un contexto en el que el Ministerio de la Producción (Produce) ha autorizado recientemente el inicio de la primera temporada de pesca de anchoveta.

    Finalmente, el consumo interno de cemento, un indicador clave del sector Construcción, registró su segundo mes consecutivo de crecimiento en 2025. Si bien el avance de 6.44% en marzo es ligeramente inferior al 4.64% de febrero, representa una continuidad en la recuperación tras la caída de 2.76% observada en enero.

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    Fuente: INFOBAE

    Un preocupante panorama emerge en el corazón del sector minero peruano, donde la persistente utilización de equipos energéticamente ineficientes no solo infla significativamente los costos operativos, sino que también agrava la huella de carbono y expone a las empresas a crecientes riesgos financieros y ambientales.

    La alarmante cifra de más de tres millones de toneladas anuales de dióxido de carbono vertidas a la atmósfera por motores de baja eficiencia subraya la magnitud del desafío. El sector, responsable de casi el 10% del consumo energético nacional, se encuentra en una coyuntura crítica ante la ausencia de una regulación robusta en materia de eficiencia energética, según advierte Osinergmin. La prevalencia de motores eléctricos de bajo rendimiento no solo erosiona la rentabilidad de las operaciones, sino que también genera un impacto ambiental considerable.

    Datos revelados por la firma tecnológica ABB estiman que el uso de esta tecnología obsoleta representa un desembolso anual de aproximadamente 30 millones de dólares para la industria, además de su contribución al ya mencionado volumen de emisiones contaminantes.

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    Motores de alta eficiencia: una luz al final del túnel energético.

    Ante este escenario, ABB promueve la adopción de motores eléctricos con niveles de eficiencia IE4, una tecnología que promete una reducción del 20% en las pérdidas energéticas y una vida útil superior a las dos décadas. Si bien la inversión inicial en estos equipos es mayor, el 96% del costo total de un motor eléctrico se asocia a su consumo energético, lo que convierte a la eficiencia en una estrategia económica inteligente a largo plazo. Rosales enfatiza que esta transición no solo optimizaría los costos operativos, sino que también facilitaría el avance hacia los compromisos de sostenibilidad asumidos por el país.

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