Fuente: Diario Gestión
La reciente declaración del expresidente estadounidense Donald Trump sobre la posibilidad de imponer un arancel del 50% al cobre ha encendido las alarmas en el sector exportador peruano, particularmente en lo que respecta a las manufacturas de este metal. Esta medida, interpretada como una nueva manifestación de proteccionismo comercial, podría repercutir significativamente en un mercado clave para las exportaciones de Perú.
Perú reafirmó su posición en 2024 como el principal productor de cobre del hemisferio sur, concentrando el 7.6% de la producción global. Sin embargo, la inquietud principal no se centra en el cobre en bruto, sino en los productos manufacturados, un segmento que representa una parte considerable de las exportaciones peruanas. El año pasado, el país exportó manufacturas de cobre por más de US$900 millones a más de 20 destinos.
Estados Unidos, un comprador clave
Estados Unidos es el principal comprador de estas manufacturas, absorbiendo un 30% del total de las exportaciones peruanas de este rubro. Otros destinos relevantes incluyen Alemania, Chile, Canadá y México, cada uno con una participación cercana al 20%.
Rafael Zacnich, gerente de Estudios Económicos de ComexPerú, señaló que el impacto potencial variará según la aplicación de la medida. Si el arancel se impone solo a ciertos países, Perú podría quedar exento. No obstante, si la medida es generalizada, se abriría un proceso de negociación entre ambos países.
«En general, si se arancelara a los más importantes, no saca del mercado. Mientras tanto, los precios de los minerales manufacturados no han empezado a subir», comentó Zacnich, sugiriendo que el impacto inicial en precios podría ser limitado.
La expectativa ahora se centra en el alcance y la implementación de estas potenciales barreras arancelarias. El gobierno peruano y el sector privado deberán evaluar cómo adaptarse para mitigar cualquier impacto negativo en sus valiosas exportaciones de cobre manufacturado.
