Fuente: Rumbo Minero
El proyecto de litio Falchani, ubicado en Puno y a cargo de Macusani Yellow Cake, se encuentra en el centro de una controversia con el Ministerio de Energía y Minas (MINEM). Mientras el titular de la cartera, Jorge Montero, ha afirmado públicamente que los progresos de Falchani son «casi nulos» —lo que habría motivado la exclusión del proyecto de las carteras de inversiones mineras—, el gerente general de Macusani, Ulises Solís, ha refutado categóricamente estas declaraciones. En conversación con Rumbo Minero, Solís ha asegurado que el proyecto cuenta con avances técnicos, ambientales y sociales significativos, haciendo un llamado a la reflexión del ministerio para que respalde la inversión minera en el país.
«No entiendo por qué el ministro insiste en decir que no hay avances. Hemos invertido más de 120 millones de dólares, tenemos un Estudio de Impacto Ambiental en evaluación, hemos perforado, desarrollado estudios hidrogeológicos, actualizado recursos y mantenido un diálogo continuo con las comunidades», detalló Solís, expresando su desconcierto ante la postura oficial.
Avances técnicos y procesos administrativos
Macusani Yellow Cake ha presentado una detallada cronología de sus avances. En 2021, la compañía sometió una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para expandir su área de exploración en la zona del proyecto Quelcaya, en el distrito de Corani, Puno. Tras un exhaustivo proceso de revisión, este instrumento fue aprobado en mayo de 2023. Consecuentemente, la empresa obtuvo una resolución directoral de inicio de actividades en enero de 2024. No obstante, Macusani afirma no haber sido notificada formalmente de esta resolución, lo que ha generado demoras en las etapas subsiguientes del proyecto.
En paralelo, durante 2023, se realizaron 10 nuevas perforaciones y estudios hidrogeológicos que han permitido actualizar los recursos a 9.5 millones de toneladas de carbonato de litio equivalente. Esta cifra consolida a Falchani como uno de los proyectos de litio más importantes de Sudamérica.
Asimismo, la empresa ha presentado su Estudio de Impacto Ambiental Semi-Detallado (EIA-sd), el cual se encuentra actualmente en evaluación. Este estudio es fundamental para convertir los recursos identificados en reservas probadas. Macusani destaca que el EIA-sd ya cuenta con la opinión favorable de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y ha sido socializado mediante talleres informativos con la participación activa de la comunidad.
«Seguimos trabajando y cumpliendo los pasos que establece la normativa. El ministro dice que no hay avances, pero eso es completamente falso. Todo está documentado», sentenció Solís.
Relación con comunidades y el debate sobre la consulta previa
Un punto sensible en la discusión ha sido el requerimiento de consulta previa para ciertas actividades de exploración. Solís aclaró que la comunidad de Quelcaya otorgó el permiso del terreno superficial mediante escritura pública. Incluso, en septiembre de 2023, durante el evento Perumin en Arequipa, los propios comuneros expresaron directamente al ministro su rechazo a la necesidad de una consulta previa, al considerarla innecesaria para las actividades propuestas.
Proyecciones y visión estratégica
En este complejo escenario, Macusani reafirma su compromiso con la continuidad del proyecto Falchani. Actualmente, además de los avances en litio, la empresa progresa en pruebas metalúrgicas que han logrado una recuperación del 82% de uranio y la producción de litio con una pureza del 99.82% en su laboratorio.
«Hemos trabajado con rigor técnico. Falchani es un proyecto con potencial estratégico para el Perú, no solo por el litio, sino por elementos críticos como cesio, rubidio y potasio. Es importante que las autoridades dejen venir a las inversiones. Tenemos fe en que las cosas se encaminarán. Los proyectos bien hechos permanecen. Donde no llega el Estado, llegamos nosotros, la minería. Vamos a seguir adelante», concluyó Solís, enfatizando el rol de la minería formal en el desarrollo del país.

















