Fuente: IIMP
En el marco del evento internacional Slope Stability 2026, la ingeniera Elizabeth Tasilla, supervisora general de Geotecnia en Gold Fields Cerro Corona, destacó que la prevención de accidentes mortales por caída de rocas es posible a través de una gestión de riesgos oportuna. Tasilla participó en un webinar organizado por el Comité de Mujeres Geotécnicas, donde señaló que este tipo de eventos, aunque aleatorios, son frecuentes y potencialmente peligrosos en las operaciones mineras a cielo abierto, poniendo en riesgo la seguridad de los trabajadores, equipos y la continuidad de la producción.
Según cifras oficiales, entre 2007 y 2024, tres de cada diez accidentes mortales en la minería peruana fueron causados por desprendimientos y caídas de rocas. Tasilla enfatizó la importancia de reducir estas cifras mediante el modelamiento y la gestión de riesgos. Entre las causas de estos eventos mencionó los periodos de lluvias intensas, la colmatación de canales, las vibraciones por voladuras y la presencia de rocas inestables en los taludes.
Gestión y modelamiento para la seguridad operacional
Aunque no existe una tecnología que pueda predecir las caídas de rocas, el riesgo se gestiona a través de un plan de identificación de zonas críticas. Tasilla explicó que las caídas de rocas no son un fenómeno aislado, sino una combinación de factores geotécnicos, operativos y climáticos. La supervisora resaltó la importancia de las inspecciones en campo, el uso de tecnología como drones y cámaras de alta resolución, y la implementación de un plan anual de eventos geotécnicos.
El éxito del modelamiento, según Tasilla, depende de la precisión de la geometría, la calibración de los parámetros y la validación de los modelos con ensayos de campo. Este proceso incluye un levantamiento topográfico, la caracterización de los taludes y bermas, el uso de software especializado y el diseño de controles efectivos.
El evento Slope Stability 2026, que se realizará en Perú por primera vez, es organizado por el Large Open Pit Project (LOP) con el apoyo de la Sociedad Peruana de Geoingeniería (SPEG) y el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).

















